Hacer un viaje hasta Almería y no conocer el pueblo de Níjar podría considerarse casi, un pecado. Y es que esta población aparece en todas las listas de lugares que no puedes perderte por algo. Un rincón al abrigo de la Sierra Alhamilla donde disfrutarás de la tranquilidad y el turismo rural.
Níjar forma parte de la lista de los Pueblos Bonitos de España y no es para menos, ya que su contraste con la naturaleza que hay alrededor y el blanco de sus casas, únicamente adornadas con flores, hacen de este rincón próximo al Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar, una joya que merece la pena descubrir.
Una vez que ponemos un pie en Níjar, nos damos cuenta de un marcado y consciente pasado morisco que está presente en elementos como por ejemplo, la distribución de su entramado o parte de su actividad económica.
Entre sus actividades más ligadas a este pasado árabe, destacamos sin duda, las fábricas artesanales de sus coloridas jarapas, que son tejidos sobrantes mezclados que dan como resultado alfombras o mantas, entre otros elementos, y que podrás conocer de primera mano en cualquiera de sus tiendas. Además, si viajas hasta Níjar puedes llevarte de souvenir algún elemento hecho con cerámica, aprovechando el terreno arenoso que aportan los alrededores, que están pintados en tonos muy alegres haciendo de la alfarería otro de los reclamos para el turista.
¿Sabías que Níjar es uno de los municipios más extensos del país? Sus gentes y visitantes pueden además, ser testigo de su vasto patrimonio cultural en el que se reparten algunos rincones como los castillos de Huebro o San Pedro, la Torre de los Lobos o el Aljibe Bermejo, entre otros muchos, sin olvidarnos de la Noria y el Lavadero del Pozo de los Frailes.
Centrándonos en la Villa de Níjar y dando un paseo por esas callejuelas originales de las que hablábamos antes descubrimos la iglesia mudéjar de Nuestra Señora de la Encarnación y, nos damos cuenta de que el silencio y la tranquilidad son dos de sus pilares. Un lugar por tanto, ideal para aquellos que buscan desconectar. Además, las buenas temperaturas que protagonizan casi en la mayor parte del año esta población, hacen que sea reclamo turístico a pesar de no tener playa.
No escuchar el sonido del mar no es ni mucho menos, un punto negativo, ya que cuenta con un montón de lugares singulares. ¿Quieres conocerlos?
En primer lugar citamos el Mariposario de Níjar. Sí. Porque en esta población las mariposas abundan suponemos, por su condición natural. En el Mariposario podrás ver muy de cerca las más de 300 que se reparten en tres especies diferentes.
Otra de las particularidades de Níjar es el Vivero Cáctus Níjar, un auténtico parque de atracciones natural en el que descubrirás en un agradable paseo, un montón de plantas de esta especie típica de los paisajes desérticos como el que tiene esta población.
Pero no serás un nijareño hasta que no conozcas y pruebes su gastronomía en la que encontrarás, en muchas ocasiones, reminiscencias de su pasado musulmán. De esta época han heredado los gurullos, una pasta que se deja secar y se acompaña de un caldo hecho con pimientos rojos y carnes. También podrás degustar los andrajos, las talvinas y las migas.
La carne es importante en su cocina, como también lo es el pescado, acompañándose de pimentón o berzas, productos de la zona. Y para los más golosos, los roscos de vino y anís y la leche frita serán el colofón perfecto a tu viaje por Níjar.