El lejano oeste nos da la bienvenida a Albaricoques, un rincón almeriense en el que completar una experiencia perfecta con el turismo rural.
Este pueblecito forma parte del término municipal de Níjar, y su entorno natural es de gran belleza, puesto que se encuentra asentado sobre el Parque Natural de Cabo de Gata, donde se mezclan inconfundibles playas como la de Rodalquilar, con un característico paisaje desértico como el Valle del Hornillo.
Al principio te hablábamos del lejano oeste… ¿quieres saber por qué? Pues resulta que Albaricoques es, nada menos, que el escenario de muchas películas western de los años 60, como las famosa “La muerte tenía un precio”o “El bueno, el feo y el malo” y entre sus calles podrás encontrar placas dedicadas a diferentes actores de la época.
Precisamente esta actividad supuso un gran incremento en su economía, aunque a día de hoy el turismo es uno de sus principales sectores, a pesar de que mucha gente pueda confundirse, debido a su nombre, con la producción de este fruto, ya que la agricultura se dedica a otro tipo de cultivos, junto con la ganadería como apoyo económico.
Y hablando de su nombre, ¿tienes curiosidad por saber su origen? Es tan simple como que su primer habitante tenía el apodo de El Albaricoque, y el pueblo acogió el nombre como propio.
¿Qué puedes ver en Albaricoques? Su casco urbano está dividido en varias zonas. En primer lugar, en el barrio de la Cortijada de Arriba, podemos ver antiguos aljibes y varios cortijos tradicionales donde se rodaron algunas películas, como te comentábamos previamente.
La Cortijada de Abajo es donde se asienta el núcleo del pueblo, con edificios como la iglesia parroquial, el polideportivo municipal o un salón social donde los vecinos se pueden reunir en eventos señalados.
Como curiosidad, a las afueras de la localidad podemos encontrar el Cortijo del Fraile, donde se desarrolla la trama de Bodas de Sangre, del célebre escritor Federico García Lorca, al cual se puede llegar a través de una ruta de senderismo conocida como Cortijo del Fraile - Montano - El Hornillo, que está bien señalizada y une tres cortijos diferentes en su recorrido, mostrando la auténtica arquitectura popular de la zona.
Dentro de la población también podrás conocer de primera mano de su gastronomía, ya que cuenta con un restaurante, y donde podrás probar platos típicos como las gachas o los gurullos de conejo, así como la fritá de matanza, platos que se suelen acompañar con patatas a lo pobre o al ajillo.
¿Te apetece algo de fiesta? En esta localidad las fiestas patronales son en honor a la Virgen de la Asunción de María, y se celebran durante el último fin de semana de julio.
Pero, además, también podrás conocer un evento muy original, celebrado todos los años, donde se representan escenas de algunas de las películas del oeste allí rodadas y que se conoce como “Locos por el Western”.
Como ves, Albaricoques es un pueblecito con mucho encanto en medio del desierto almeriense y, es por ello, que es el lugar perfecto para disfrutar de unas vacaciones de la mano del turismo rural, así que, no pierdas la oportunidad de visitarlo.