Elche de la Sierra es el destino perfecto si estás planeando unas vacaciones de turismo rural en el interior de la península. Se encuentra en Albacete, allá por la sierra de Alcaraz y cerca del río Segura.
Este pueblo es pura historia y patrimonio cultural. Recorriéndolo de cabo a rabo, podrás observar uno de los edificios que destaca, literalmente, por encima del resto, es la iglesia de Santa Quiteria, que se puede apreciar desde distintos puntos de la localidad. En su interior guarda un valioso órgano.
Siguiendo la calle Mayor hasta la plaza del Ayuntamiento, y luego bajando unos minutos más, atravesarás un lugar llamado la Puentecilla, llegando a un lavadero municipal como los de antes, y que sigue en uso. Aún dando vueltas por el casco urbano, te toparás con la Casa de la Cultura y algunos colegios, cerca de los que se encuentra la Balsa del Pilar, un pequeño estanque cuya agua se usa para regar. En el mismo parque se encuentra una encina milenaria conocida como “La Carrasca”.
Saliendo del casco y alejándonos, a las afueras del pueblo podremos apreciar numerosas fuentes así como miradores, entre los que destaca el de Almírcar-Barca, desde el que se puede admirar la Peña de San Blas. Son unas vistas de las que te puedes llevar un buen recuerdo.
En los alrededores del pueblo hay algunos lugares en los que puedes practicar deportes al aire libre como senderismo. Algunos de los parajes más visitados son el Camino de la Longuera, o el Pantano del Cenajo. Por el camino tal vez puedas apreciar los Canales, que son antiguos acueductos con más de 2.500 años de edad.
Elche de la Sierra es un pueblo reconocido gracias al modo en el que se celebra el Corpus Christi. La tradición más llamativa es la de las alfombras de serrín. Utilizando este material, los vecinos crean en el suelo mosaicos y escenas religiosas que inundan las calles. Tampoco puedes perderte la fiesta de San Blas, patrón de la localidad, cada 3 de febrero.
Y si buscas un plan más didáctico, no dudes en acercarte a ver las pinturas rupestres de Solana del Molinico, cerca del pueblo de Socovos. Algunas de las pinturas datan del año 6.000 a.C.
Como imaginamos que a estas alturas se te habrá abierto el apetito, vamos a aprovechar para invitarte a probar algunas de las especialidades locales, como las migas o el ajopringue, que es un plato a base de hígado, ajo y pan.
Y después, como buena tradición española, podrás echarte una merecida siesta en el hotel o la casa rural en la que hayas decidido alojarte. En este pueblo podrás gozar de toda la tranquilidad y comodidad necesarias para recuperar las fuerzas y volver a salir.
Ya ves que Elche de la Sierra es el lugar perfecto para olvidarse de la rutina de la urbe. Ven a Albacete y descubre por ti mismo sus encantos durante unos días de turismo rural.