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Situada en el casco urbano de La Cañada de Verich, un tranquilo pueblecito rodeado de pinares, esta casa rural es el entorno ideal para huir con los amigos o la familia a un entorno rural y pacífico que relajará a todos sus huéspedes.

Se trata de una casa antigua que se restauró en el año 2006 conservando la estructura y los materiales originales de piedra y madera.

Tiene una capacidad máxima de 8 plazas y se distribuye de la siguiente manera:

• 3 dormitorios, uno de ellos amueblado con una cama de matrimonio, otro con 2 camas individuales y el tercero con una cama de matrimonio y 2 camas individuales. Además, la casa tiene la posibilidad de añadir hasta 2 camas supletorias.

• 3 cuartos de baño integrados en las habitaciones y dotados de toallas y secador de pelo.

• Una sala de estar para que los huéspedes se relajen viendo la televisión, leyendo un libro, tanto los mayores como los pequeños, o jugando a juegos de mesa.

• Una cocina americana; esto es, abierta, que está dotada de todo lo necesario para realizar con comodidad las tareas domésticas, entre lo que se incluye una lavadora y una secadora.

Además, la casa ofrece:

• 2 cunas, 2 tronas y una bañera pequeña para los huéspedes que viajen con bebés.

• Calefacción y aire acondicionado para climatizar la casa de acuerdo al gusto de cada cliente.

• Conexión WiFi a internet para conectarse a las redes sociales.

La Cañada de Verich es un pequeño pueblecito turolense que no tiene más de 95 habitantes. Dentro de este municipio pueden encontrarse las Bóvedas del Frío, una serie de neveras que se usaban antiguamente para el almacenaje de la nieve. Las Bóvedas conforman una ruta única en Europa a la vez que una reliquia del pasado popular. En este pueblo se encuentra también un antiguo horno de pan restaurado y el museo-molino de Aceite de Oliva, en el que el visitante puede apreciar el proceso de elaboración de este producto.

No muy lejos se encuentra el Nacimiento del Río Pitarque, al que se puede llegar por una ruta de 9 kilómetros y dificultad fácil que parte del pueblo de Pitarque y está señalizada con camino hasta que llega hasta las cascadas que forman el nacimiento de este río.

Por esta zona, en el pueblo de Molinos, pueden visitarse las Grutas de Cristal, unas formaciones geológicas catalogadas como Monumento Natural. Se les llama así por su peculiar formación de estalactitas y estalagmitas, que dan la impresión de estar hechas de cristal por las múltiples ramificaciones que presentan y porque algunas de las estalactitas tienen formas muy curiosas con brillos e irisaciones.