¿Te gustaría volar por encima del mar sin mover los pies de la tierra? ¿Te gustaría rodearte de naturaleza virgen y salvaje mientras contemplas el infinito? ¿Te gustaría experimentar como el tiempo se para ante tus ojos? Y dime, ¿te gustaría aislarte y dejar que el mar ponga la banda sonora de ese momento? Si la respuesta es sí, coge el bañador y tu cámara porque hoy nos vamos a la Costa Brava, a conocer los rincones donde verás las mejores calas y acantilados.
Y es que resulta que la naturaleza es caprichosa, encargada de dibujar a su antojo paisajes de gran bravura en su orografía, con cortes, alturas y líneas que se adentran en el mar, formando previamente preciosas calas. Y en este sentido, la Costa Brava es un tesoro, con una numerosa variedad de lugares donde perderse para volver a encontrarse, donde elevarse para volver a asentarse. Prepárate para conocer los mejores paisajes de postal.
Lloret de Mar
Supongo que ya lo sabrás, Lloret del Mar es más que playas, diversión, discotecas… Y si no es el caso, que esta etiqueta de turismo nocturno no te engañe, porque ante todo reconocemos un pueblo marinero y costero, que ofrece en su paisaje uno de los acantilados más bonitos de la costa catalana.
Y es que sobre el mismo se asientan los jardines de Santa Clotilde, por los que podemos pasear gracias a un acceso facilitado por escalinatas y completado con diferentes fuentes. Y en el horizonte, la mejor de las panorámicas del mar.
Tossa de Mar
En Tossa de Mar escalas por la historia, pues su reconocido acantilado está poblado o mejor dicho, está formado, bajo el casco medieval. Un territorio amurallado, reconocido como la Vila Vella, cuyo recorrido finaliza en el punto más romántico y con la mejor fotografía, como es el faro.
Por el camino te toparás con puntos como la iglesia de San Vicente, la capilla de Sant Miquel o el museo, con movimientos artísticos de gran relieve.
Platja d’Aro
Un lugar de gran relevancia para el turismo de sol y playa. Su orografía ha formado numerosas calas llenas de intimidad, encanto y mucha magia. Para conocerlas un camino, el de Ronda de S’Agaró, que conduce desde la playa de Sant Pol hasta Sa Conca de S’Agaró, la cala que te premia con privilegiadas vistas sobre el mediterráneo.
Y puntualizar que el municipio también cuenta con un destacado legado histórico, con la villa romana como mayor reclamo.
Calella de Palafrugell
Quizás este municipio sea la mayor expresión de Costa Brava, formado en su totalidad por rocas y acantilados, que en su evolución forma calas de belleza incalculable.
Miremos donde miremos este pueblo pesquero no hará más que regalarnos fotografías imborrables en la mente. Y todo ello, completado con casas blancas y bajas que lejos de obstruir o bloquear el paisaje, lo complementan.
L ‘Escala
Decimos mucho, decimos todo, cuando recordamos que L’Escala se encuentra dentro del “Club de las Bahías más bonitas del mundo”. Y por algo será.
Bienvenidos a un lugar donde no solo se respira la tradición marinera, sino que también se viaja en el tiempo. Así es amigos, L’Escala presenta, ocupa y completa toda su paisajística, sus más de 2 kilómetros de costa, con el conjunto arqueológico griego de mayor relieve en nuestro país, pues todo acantilado aquí está abrazado por las famosas ruinas de Empúries. ¡Una delicia!
Roses
Roses es turismo de sol y playa o mejor dicho, turismo de sol y calas. Porque este municipio es el lugar donde más calas se citan, convirtiéndose en un auténtico referente turístico en los meses donde Lorenzo aprieta.
La naturaleza hace de Roses un destino ideal también para realizar actividades tales como vela, parapente o remo, prácticas que acaban con tu aburrimiento y además te ayudan a disfrutar del enorme paisaje que se abre ante vosotros.
L ‘Estartit
Este municipio regala una franja litoral de unos 15 kilómetros, siendo 5 de playas y los 10 restantes de costa rocosa.
Ofrece a los ojos playas de arena fina y sobre todo, pequeñas calas y grandes acantilados, a los cuales se puede llegar a pie si seguimos las huellas de la costa del Montgrí. Todo un entorno de paz y tranquilidad, donde la infinitud del mar te sumergirá en la mejor de las desconexiones, aquella capitaneada por la naturaleza.
Y por si te falta un empujoncito, ¡aquí te dejamos algunas de las mejores instantáneas!