Te hablábamos hace poco del boom del turismo rural este verano, y es que nuestra nueva realidad nos ha llevado a cambiar nuestras prioridades. Una de ellas ha sido las casas rurales con piscina.
Esta tendencia ha sido tan notable, que ha sido uno de los temas de conversación de los propietarios de casas rurales y de otro tipo de alojamientos.
La demanda de casas rurales con piscina este año ha sido el requisito más demandado. Es más, según los periódicos, los constructores de piscinas confirman que nunca han tenido tanta demanda de piscinas como este verano.
El COVID-19 ha modificado nuestra manera de pensar y de vivir, y el hecho de que muchas piscinas municipales y comunitarias hayan cerrado como medida de protección sanitaria ha hecho que la demanda de alojamientos con piscinas se disparase.
Evolución de la demanda
Las altas temperaturas que hemos soportado durante los meses estivales ha hecho que nadie quisiera quedarse sin su chapuzón veraniego. Si los alojamientos rurales han sido la opción preferida por muchos de nosotros por sus medidas de seguridad, permitirnos estar al aire libre y sin aglomeraciones, la piscina en estos alojamientos han sido la guinda del pastel.
El mes en que se han demandado más piscinas ha sido junio, seguido de julio y finalizando por agosto. Comparativamente, durante los años 2018, 2019 y 2020 los lugares donde se han alquilado más alojamientos rurales con piscinas ha sido en Mallorca con un 35%, Menorca con un 33% y Alicante con un 32%.
Por contra, los tres lugares donde los alojamientos con piscina han sido menos demandados han sido Vizcaya, Lanzarote y Palencia. Sin embargo, como ya se ha dicho, el coronavirus ha modificado radicalmente nuestra forma de entender las vacaciones haciendo que este verano los destinos con alojamientos rurales con piscinas que más demanda han recibido ha sido Mallorca, Málaga y Ceuta. A la cola de la lista encontramos Albacete, León y Vizcaya.
El panorama actual
Cabe destacar que Vizcaya es uno de los tres lugares menos demandados antes del COVID-19 y después de él. Sin embargo, un lugar donde la afluencia de turistas ha aumentado considerablemente tras la pandemia ha sido Ceuta.
Ceuta se encontraba los dos años anteriores entre los 10 destinos menos deseados de España respecto al alquiler de alojamientos rurales, sin embargo este verano ha sido uno de los tres lugares más deseados.
Con todo esto se extrae que tanto españoles como turistas extranjeros han modificado su forma de pasar las vacaciones de verano, priorizando conocer lugares menos turísticos para de esta manera, evitar aglomeraciones.
El verano en números
Los porcentajes de aumento de la demanda de alojamientos rurales con piscinas ha sido impactante e inesperado. En junio de este año, con respecto al año pasado, se ha incrementado un 37.5%, mientras que en julio ha superado el 40% y en agosto un 38.9%.
La pregunta que nos hacemos ahora es ¿esto es una moda o una tendencia que ha venido para quedarse?
Su respuesta la obtendremos el verano que viene.