Este verano seguro que tienes en vacaciones algo de tiempo para conocer a fondo esos pueblos con sabor mediterráneo y olor a mar. Esos pueblos de nuestras costas que guardan un encanto especial, ya sea por su patrimonio o por sus vistas, se han terminado convirtiendo en destino ideal para parejas, familias o amigos.
Puertos pesqueros, calles pequeñas, casas antiguas o barquitas de colores son sólo algunos de los detalles que vas a poder encontrar en los 15 pueblos de costa que te vamos a enseñar hoy.
¿Quieres saber si alguno de estos pueblos está cerca -o incluso es- el lugar elegido para pasar tu verano? Pues no te pierdas detalle.
Santa Pola y Tabarca (Alicante)
Apenas 4 kilómetros separan la localidad alicantina de Santa Pola de la isla de Tabarca, la única habitada de la Comunidad Valenciana. Sus 2 kilómetros de extensión sirvieron como refugio a los piratas y, en la actualidad, es un verdadero paraíso para los aficionados al buceo. La isla ofrece sol y playa, pero también historia, pues resultará interesante visitar la Casa del Gobernador, la muralla o el emblemático faro.
Tazones (Asturias)
Para quienes busquen mar y montaña, Tazones puede ser una fantástica opción de veraneo. Se dice que esta villa asturiana de casitas de colores que se arremolinan sobre la costa, fue el primer trozo de tierra española que pisó Carlos V en el siglo XVI, un hecho histórico que se rememora cada año en las fiestas locales. El recorrido por sus callejuelas intrincadas estará acompañado, seguro, del olor a pescado y marisco que brota de sus restaurantes.
Puerto de Mogán (Gran Canaria)
Puerto de Mogán es una magnífica alternativa a las concurridas Playa del Inglés y Maspalomas. Se trata de un enclave muy turístico que atrae por la belleza de su entorno. Lo denominan la pequeña Venecia por sus múltiples canales. Después de un día de playa, será muy gratificante pasear por su elegante puerto deportivo y deleitarse con las casitas adornadas con vistosas floras.
Corrubedo (A Coruña)
Corrubedo se ubica en el Parque Natural del mismo nombre, un espacio natural que contiene más de 4 kilómetros de dunas y playas para perderse. Su principal atracción turística es la duna móvil, que puede apreciarse desde una pasarela para ser testigo de su inmensidad. Desde el faro de Corrubedo, situado en el extremo de un cabo, pueden divisarse las luces de los faros de Finisterre y de las Islas Cíes.
San Vicente de la Barquera (Cantabria)
El municipio de San Vicente de la Barquera es uno de los más representativos y bellos de la Cornisa Cantábrica. Se trata de una villa histórica que descansa junto al mar con un telón de fondo tan imponente como los Picos de Europa. En su Puebla Vieja se esconden tesoros históricos como el Castillo del Rey o la iglesia de Santa María de los Ángeles.
Caleta de Sebo (La Graciosa)
Caleta de Sebo es la capital de la isla más desconocida del archipiélago canario. Esta coqueta ciudad de caminos de arena y casitas de color blanco constituye una vía para escapar de las aglomeraciones turísticas. Si buscas autenticidad y sosiego, Caleta de Sebo puede ser el punto de partida para descubrir esta isla olvidada.
Getaria (Guipúzcoa)
Las señas de identidad de Getaria, uno de los pueblos costeros más bonitos de España, vienen de dos en dos. Lugar natal de dos figuras ilustres como el navegante Juan Sebastián Elcano y el modisto Cristóbal Balenciaga, el municipio es hogar de dos preciosas playas que actúan de reclamo turístico: Malkorbe y Gaztetape. Tampoco se entiende la degustación del exquisito pescado fresco sin acompañarlo con un típico txacolí, el vino blanco local con denominación de origen.
Sóller (Mallorca)
La capital de la Sierra de Tramontana respira en torno al puerto de Sóller, uno de los puntos más turísticos de Mallorca. Dispone de un concurrido paseo marítimo abastecido con tiendas y restaurantes que hacen las delicias de los visitantes. Vale la pena subir al Mirador de Santa Catalina para ver la puesta de sol y recorrer en el antiguo tranvía la distancia que separa el puerto del pueblo de Sóller.
Fornells (Menorca)
Fornells es un agradable pueblo pesquero localizado al norte de Menorca que llama la atención por sus casas blancas y su puerto tradicional. Cuenta con una gran bahía que alberga varias calas vírgenes de aguas tranquilas. Los amantes de la gastronomía tendrán la oportunidad de disfrutar en Fornells de una deliciosa caldereta de langosta, muy típica por estos lares.
Cadaqués (Girona)
La Costa Brava está repleta de lugares con encanto y Cadaqués es uno de ellos, sin duda. Pequeño pueblo de pescadores, en los meses de verano se revitaliza gracias a sus calas recónditas, su oferta culinaria y rincones impresionantes como el Parque Natural del Cap de Creus. La visita a Cadaqués no sería completa sin conocer la Casa-Museo de Salvador Dalí, donde el famoso pintor vivió más de medio siglo.
Garachico (Tenerife)
Esta espectacular villa es ideal para que puedas disfrutar de la naturaleza y el patrimonio a la vez, contando con un casco histórico espectacular y perfectamente conservado que atrae cada año a más turistas.
Las vistas de su entramado, lleno de restaurantes, iglesias y castillos a la sombra de algunos volcanes hace que la belleza de la Villa de Garachico sea una absoluta maravilla.
Alcúdia (Mallorca)
Alcúdia se localiza en una península al noreste de Mallorca y ofrece más de 30 kilómetros de costa, donde se hallan algunas de las playas y calas más hermosas de la isla. Un paseo por la muralla de Alcúdia y por la vecina Pollentia supone retroceder a los orígenes de Mallorca. En la ciudad romana de Pollentia, de hecho, encontramos el yacimiento arqueológico más importante de la isla.
San Juan de la Arena (Asturias)
En la desembocadura del río Nalón encontramos un pueblo de carácter marinero de innegable belleza natural. San Juan de la Arena es considerado la capital de la angula, manjar protagonista de su gastronomía. La Playa de los Quebrantos brinda un paisaje muy inspirador. Quizás por eso se bañaba en ella el poeta Rubén Darío.
Calella de Palafrugell (Girona)
Es imposible que la Costa Brava decepcione con rincones tan mágicos como este lugar. Lo que hace especial a Calella de Palafrugell es que aún conserva casi intacto su carácter pesquero, pese a la afluencia turística de la zona. Una visita a sus encantadoras calas de aguas transparentes y al Jardín Botánico de Cap Roig será más que suficiente para no querer irse de aquí.
Altea (Alicante)
Bien apodada la cúpula del Mediterráneo, Altea luce con orgullo su principal atracción turística: la iglesia de Nuestra Señora del Consuelo, cuyas cúpulas vidriadas azules miran al mar Mediterráneo. Sus empinadas calles flanqueadas por casas blancas configuran un casco viejo que apetece descubrir sin prisas. Su encanto se extiende al paseo marítimo, que ofrece espléndidas vistas de la bahía.