La Comunidad de Madrid está ligada al ruido, al caos y a las prisas pero, como en todas partes, disfrutar de la tranquilidad es posible si sabes buscar el sitio adecuado para ello, y si encima puedes practicar tu deporte favorito, entonces se convierte en ese oasis particular.
Un oasis que se compone de naturaleza, agua y…muchos peces. Porque hoy queremos mostrarte los mejores sitios en los que echar unos lances y esperar a que piquen. ¿Dónde? Pues en la Comunidad de Madrid.
Por eso, querido pescador que ya tienes la caña, los carretes y los cebos preparados, antes de salir por la puerta, échale un vistazo a nuestras recomendaciones.
Las Lagunas de las Madres
Empezamos al sur de Madrid, donde adquieren gran importancia dos ríos que son el Jarama y el Manzanares.
Lo cierto es que es un lugar creado de manera artificial para frenar el daño medioambiental que se ha convertido en un auténtico paraíso para los amantes de la pesca, y en especial, del black bass.
Esta especie ha sido repobladora y aunque en alguna puntual ocasión podrás ver una carpa, sigue siendo la reina de estas lagunas.
Para acceder a este complejo se necesita un permiso especial que cuesta 4,50€, y solo se pueden utilizar los 12 puestos habilitados para esta actividad. No está permitido orillar y por eso, se pone a disposición de los pescadores un servicio de alquiler de barcas.
Embalse de Valmayor
Otro de los oasis indiscutibles para aquellos que practican la pesca es este embalse que es además, el segundo más grande de España.
Se encuentra a menos de 50 kilómetros del centro, entre Valdemorillo y Galapagar y lo que vas a encontrar allí, además de peces, son las mejores vistas de El Escorial mientras pescas. Sin duda, uno de los escenarios más bonitos.
La especie que más picará sin duda alguna serán las carpas, aunque es posible que tu cebo atraiga a algún black bass o lucio.
Un rincón en el que pasar una jornada capturando muchas piezas.
Embalse de El Atazar
Si antes hablábamos del segundo puesto en cuanto a tamaño, ahora nos vamos a la cabeza de la lista en este espectacular paraje a unos 90 kilómetros del centro.
Es además del más grande, el más profundo, y sin duda, será todo un reto pescar aquí.
Lo primero es porque el acceso a la zona de pesca es algo complicada, por lo que sólo si te consideras un pescador intrépido, podrás llegar a echar la caña en un lugar adecuado para ello.
Pero las complicaciones no acaban. Si ya te has situado y tienes la caña preparada, ¡ármate de paciencia! porque es una de las zonas más complicadas para llevarte el premio por la temperatura de sus aguas, más frías de lo normal. Aunque eso sí, si pescas, te sentirás un vencedor.
Lo bueno es que hay más variedad de especies, entre las que se encuentran los barbos y los lucios por excelencia, además de carpas o black bass entre otros. Y además de buen tamaño.
Embalse de Puentes Viejas
Muy cerca del anterior, nos encontramos a unos 100 kilómetros del centro este espectacular paraje que, debido a su altitud, te proporciona unas vistas que te recomendamos experimentar por ti mismo, y adornados con el olor de las plantas aromáticas y las dehesas que decoran la zona.
Si prefieres olvidarte de espacios difíciles en su acceso, y no quieres complicar tu ansiado día de pesca, este es el lugar ideal para probar la resistencia de ese sedal. Aquí, a un metro de la orilla ya se encuentra gran profundidad, lo que facilita que piquen especies como el barbo, la carpa, la trucha o el lucio, con gran tamaño.
Hay que destacar que desde hace unos años es una zona de pesca controlada, por lo que hay que solicitar un permiso especial para acceder a este embalse, y sólo se pueden capturar 12 carpas, porque el resto de especies se encuentran protegidas.
Embalse de Pinilla
Un coto truchero en el que se pescan pocas truchas. Y es que las especies que más abundan son las carpas, las bogas o los barbos. Si vas a por las truchas, presta atención a las limitaciones de cebos que existen.
Aquí no es tan sencillo pescar, aunque en la cola del río Lozoya, se puede hacer con mayor facilidad, y es que, la baja temperatura de las aguas que trae este río complican un poco a los pescadores su tarea.
También es un espacio protegido, por lo que se debe llevar la licencia de pesca además de solicitar un permiso especial que de luz verde a ese día de pesca que tantas ganas tienes de disfrutar. Al estar considerado como espacio protegido, la temporada de pesca se limita, permitiéndose únicamente de marzo a octubre, aunque eso sí, para captura y suelta los lunes es el día clave.