Las montañas son el perfil de muchos lugares de España que en ocasiones, nos dejan con la boca abierta. Las hay de millones de años y otras más jóvenes que han sido tanto escenario como espectadoras de los eventos más importantes que han ocurrido en la Tierra. Entre ellas se enclavan algunos de los pueblos con más encanto que te animamos a descubrir mediante el turismo rural.
Muchas de ellas se encadenan formando sistemas montañosos que hoy, los turistas queremos recorrer mediante las diferentes rutas que se han ido abriendo paso por estos terrenos. Una acción que nos ha permitido disfrutar en primera persona, de la inmensidad de ciertas montañas.
Lo cierto es que sirven y han servido siempre de protección para algunas comunidades que decidieron asentar allí su pueblo, creando entramados que aún hoy, siguen en pie y que son sin duda, uno de los recursos turísticos de cada zona.
Hoy tenemos un viaje de altura, porque vamos a llevarte a conocer los pueblos encajados entre montañas, para que los apuntes en tu próxima escapada.
ALBARRACÍN
Es uno de los rincones con más encanto de Aragón, y eso lo saben los turistas que cada año se desplazan hasta Teruel para comprobar la inmensidad de la naturaleza a través de este pueblo.
Las vistas son impresionantes, y es que además, cuenta con un entramado que te hará viajar hasta la Edad Media, conservado un trazado muy empinado de calles que te van a llevar hasta la parte más alta, en la que puedes conocer de primera mano su castillo.
Es sin duda, un pueblo con vistas espectaculares, que forma parte del Sistema Ibérico y que además se localiza en la hoz del Guadalaviar, por lo que la montaña y el agua se unen como escenario espectacular en el que vas a poder desconectar por unos días.
FRÍAS
Viajamos ahora hasta este pueblo que pertenece a la provincia de Burgos, donde estamos seguros de que vais a encontrar el lugar perfecto para desconectar durante unos días.
Además, es que la panorámica te va a dejar con la boca abierta, ya que parece pender toda la estructura, de un hilo al filo de la montaña. Un espectacular paraje que invita a conocer y descubrir cuáles son las historias que nos cuenta su callejero, que igual que en el caso anterior, nos devuelve de un plumazo a la Edad Media.
Como elementos principales a tener en cuenta en tu paso por Frías, te recomendamos subir hasta el castillo, que actúa como mirador, o visitar en el centro, la iglesia en honor a San Vicente.
PATONES DE ARRIBA
En la Comunidad de Madrid no todo es -o era- aglomeraciones, calles llenas de coches y mucha prisa. También hay pueblos tranquilos con historia y con encanto como el que te enseñamos hora.
Se trata de uno de los pueblos bonitos de nuestro país, y es que no es para menos. Sus calles empedradas, y sus construcciones en una homogénea vista de color grisáceo, propia de la piedra pizarra utilizada en la clásica arquitectura serrana, dejan paso para la naturaleza más impresionante que rodea cada centímetro y que es visible desde cualquier punto de este pueblo.
Además, al ser un pueblo cuya fama ha crecido mucho por el turismo, disfrutar de su gastronomía es posible en cualquiera de sus restaurantes, con productos de gran calidad.
PIORNEDO
Viajamos ahora hasta el norte, donde nos topamos en la provincia gallega de Lugo con este espectacular paraje que te va a hacer viajar en el tiempo.
La calma y el silencio en este pueblo protegido por las montañas son una constante. Su clima frío y las inclemencias del tiempo llevaron a sus habitantes a inventar nuevas formas de vida. Y para ello, las casas tienen una forma muy curiosa que puedes ver en cada uno de los pasos que des.
Las pallozas son las construcciones tradicionales, con tejados de paja y una forma redondeada que daban cobijo a los habitantes de Piornedo.
Se encuentra en un paraje espectacular que forma parte de Los Ancares, uno de los rincones más bonitos que vas a encontrar en Galicia.
CUDILLERO
Este pueblecito entre mar y montaña se encuentra en Asturias. Recientemente ha sido catalogado como el pueblo más bonito de Asturias y no es para menos. Su disposición en forma de anfiteatro, su entrada bañada por el agua y las vistas que hay desde los diferentes miradores que tiene son un reclamo para el turista.
Si te atreves a subir sus empinadas cuestas, la recompensa es de lo más gratificante: montañas y vistas del mar hasta el infinito. Y todo esto, acompañado de la gastronomía, con el rape como estandarte de su cocina y por lo que es llamada Villa Pixueta, harán que puedas disfrutar de una de las mejores experiencias de turismo rural.
Tan famoso se ha hecho en los últimos que este pueblo marinero ha comenzado a desarrollar el turismo mediante los alojamientos rurales, que ya se dejan ver en la villa.
GUADALEST
Este pueblo de la provincia de Alicante es sin duda uno de los más visitados de la Comunidad Valenciana. Y aunque su núcleo se encuentra en el interior, la belleza de su paisaje, en el que dominan las altas rocas es más que suficiente para atraer cada año a más turistas.
Sin duda, uno de los puntos hacia los que se dirige todo aquel que visita esta zona de la Marina Baja alicantina es el famoso Castell de Guadalest, también llamado Castillo de San José, ya que se encuentra en lo más alto de una peña desde la que las vistas son impresionantes.
Disfrutarás además de un lugar emblemático, ya que fue un fuerte defensivo de la época de dominio musulmán. ¡Atrévete a subir y alójate en alguna de sus casas rurales!
OCHAGAVÍA
En plenos Pirineos navarros se descubre una de las joyas más impresionantes y más visitadas de toda la comunidad. Actúa como puerta a uno de los recursos naturales más bonitos: la Selva de Irati y entre eso, y el patrimonio que se abre paso en su entramado, crean el escenario perfecto para unas vacaciones.
Para disfrutarlo, nada como reservar una casa rural en la zona y salir a la calle para divisar el río Anduña que te acompañará en toda la experiencia. Además, puedes cruzar el puente de piedra y sentirte como un lugareño más e imaginar cómo antaño ese era el lugar en el que sus habitantes lavaban la ropa.
Los caseríos de piedra, palacios como el de Urrutia y Donamaría y la ermita de Muskilda son sin duda, reclamos para el turismo rural.