Los paisajes naturales siempre nos han atraído, y disfrutar de ellos, especialmente si son grandes extensiones, se nos complica y a menudo, nos perdemos algunos rincones a los que merece la pena dedicar tiempo.
Lo divertido que sería visitar los bosques, los valles y los acantilados desde un helicóptero que nos dé la perspectiva perfecta de ellos, ¿verdad?
Pues, aunque no tenemos un helicóptero, sí que tenemos la manera perfecta de viajar desde el aire por un montón de lugares. ¿Cómo? te preguntarás. Pues a bordo de las cabinas de ¡los teleféricos!
Hoy te hacemos disfrutar del turismo natural desde el aire, ¿nos acompañas?
Teleférico de Fuente Dé
Por todos es conocida la belleza que tiene la comarca de Liébana, la gran cantidad de paisajes verdes que tiene, y sus impresionantes paredes en forma de montañas.
Cantabria es sin duda un paraíso para los amantes de la naturaleza, que encuentran en esta localidad, la forma perfecta para descubrir la zona «volando». El teleférico del que hoy podemos disfrutar, se comenzó a construir en el año 1992 y no fue hasta 6 años más tarde, cuando se abrió al público.
Son más de 1600 metros en los que disfrutar del mirador de El Cable a más de 1800 metros de altura.
Teleférico de Montserrat
En la provincia de Barcelona tienes otra de las opciones perfectas para disfrutar de las vistas desde el aire.
Es el caso de este funicular, que lleva en activo desde el año 1930, aunque con algún parón debido a los diferentes problemas que surgieron a nivel geográfico durante la Guerra Civil.
Se suspende a más de 540 metros que podrán disfrutar las 350 personas que soportan todas las cabinas en conjunto.
La sorpresa llega al final del camino, en el que te encuentras con una de las joyas de la comarca, que es el Monasterio de Montserrat.
Teleférico del Teide
En la isla de Tenerife es donde nos encontramos con la siguiente opción. Un lugar en el que disfrutar del paisaje volcánico en una panorámica espectacular.
Es el más alto de España, ya que alcanza una altura de más de 3500 metros que tienen como meta la estación de La Rambleta. Llegar hasta la cima del Teide te costará 166 metros más, pero esos ya tendrás que hacerlos a pie.
Si no quieres llegar hasta la parte más alta, la zona en la que deja el teleférico es igualmente espectacular, y digna de una buena instantánea.
Teleférico de Benalmádena
Todos sabemos que el sur tiene muchísimo encanto, y para percibirlo de la mejor manera posible, nada como sobrevolar el terreno.
Se encuentra en el municipio malagueño que le da nombre, y une las zonas del pueblo de Arroyo de la Miel, con uno de los recursos naturales más llamativos de la zona, que es la Sierra de Mijas, y en concreto, con el Monte Calamorro.
Sin duda, levantar los pies del suelo, a más de 700 metros en Málaga puede ser toda una experiencia, ya que además se puede observar el Continente africano desde la parte más alta, si tienes la suerte de tener un día despejado cuando subas.
Teleférico de Madrid
Terminamos aterrizando en la capital, para darte a conocer uno de los funiculares más emblemáticos de nuestro país.
Si decides visitar la ciudad de Madrid, no puedes dejar de levantarte por las alturas, y conocer los diferentes lugares que recorre, como son el Parque del Oeste, el río Manzanares o la Casa de Campo, donde termina el trayecto.
Lleva funcionando desde el año 69, y su estructura se compone de 80 cabinas con capacidad para entre 4 y 5 personas que levantarán sus pies unos 40 metros, en un recorrido de casi 2500 metros de longitud.
¡Un plan perfecto!