¿Recuerdas el famoso eslogan de Teruel existe? Pues es real. Y vaya si existe.
Esta provincia es perfecta para conocer en cualquier época del año. Siempre tiene una fiesta que disfrutar, un plato por probar, y algún rincón secreto que descubrir.
Es por eso, que hoy hemos querido hacerte una guía, por si viajas hasta aquí y no quieres perderte los imprescindibles de este lugar.
Si por algo se caracteriza es por ser una de las zonas con mejores representaciones de la arquitectura mudéjar. Prácticamente cada uno de los rincones que componen su estructura tiene un edificio en el que pararte, y que te va a dejar con la boca abierta.
Si ya estás deseando ir ya, no te hacemos esperar más. ¡Nos vamos de viaje a Teruel!
La Escalinata
Sin duda, uno de los puntos de partida para cualquier visitante. Un forma muy señorial de empezar tu ruta, y es que, es uno de los elementos más fotografiados, por su espectacular estructura, de toda la ciudad.
Se encuentra junto a la estación, y data del siglo XX. Seguramente, al ver la foto te haya transportado a Barcelona, y es que tiene una apariencia muy similar a alguna de las obras de Gaudí.
Las Torres
Siempre tendemos a impresionarnos con los edificios y construcciones más altas, ¿verdad? Pues en Teruel vas a encontrar dos que te van a dejar sorprendido.
Son las torres por excelencia, y muestran lo que comentábamos antes: el mudéjar.
Una de ellas es la de San Martín, y la otra es la que corresponde a la iglesia de El Salvador, ambas incluidas en lo que corresponde al conjunto neomudéjar de la ciudad, declarado Patrimonio de la Humanidad.
La Catedral
No podíamos dejar este punto sin tocar, y es que es una de las banderas del arte mudéjar de Teruel.
La Catedral está construida en honor a Santa María de Mediavilla, y lo que en la actualidad puedes ver, es una reconstrucción y posterior ampliación de lo que había antes: una parroquia del siglo XII.
Igual que en el caso anterior, entran en el conjunto de Patrimonio de la Humanidad con el que se ha catalogado el casco urbano.
Los Pinares de Rodeno
No todo iba a ser edificios, y es que, aunque no se encuentre en el casco urbano, es uno de los rincones con más belleza e importancia a nivel natural de la zona.
Es una opción para los amantes de la naturaleza, que encuentran aquí un montón de rutas con las que explorar los bosques en los que encinas, pinos y rebollos son una constante, haciéndote disfrutar de paisajes en los que los tonos rojizos aportan una magia especial.
Además, para completar el paseo, puedes disfrutar de pinturas rupestres que quedan en la zona, como muestra de actividad desde la Prehistoria.
Como ves, hay muchos rincones de los que disfrutar en Teruel, y aunque estos son sólo unos pocos, tiene muchas sorpresas esperándote así que, ¿cuándo te animas?