Entre los espacios naturales de nuestro país, se abren paso algunos de los rincones más impresionantes y pintorescos que puedas imaginar.
Hoy nos encontramos entre las provincias de Madrid, Segovia y Guadalajara, en una zona natural impresionante, perfecta para disfrutar del turismo natural y cultural. Hablamos de la Sierra de Ayllón, un lugar entre montañas donde resaltamos la variedad de colores que aportan las especies que la copan.
Entre estos colores además, es posible ver numerosos ríos de gran importancia para nuestra hidrografía como es el caso del Jarama.
Pero dejando a un lado su perfil natural, hoy queremos enseñarte el colorido de sus pueblos. Y es que, es una zona en la que el rojo, el amarillo y el negro son predominantes.
¿Quieres conocer algunos de ellos? Pues, ¡acompáñanos!
Villacorta
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Comenzamos por los tonos rojos en este pueblo de Segovia, que tiene una de las vistas más curiosas de la zona.
Se tiñe de este color por la utilización de las típicas arcillas de la zona en sus construcciones, en las que apenas resaltan algunas pinceladas de negro por la combinación con la pizarra.
Aún asi, el color predominante es el rojo, y en su estructura puedes conocer alguno de los puntos más importantes como es el caso de la iglesia de Santa Catalina, u otras dedicadas al culto como las ermitas del Padre Eterno y San Roque.
Este pueblo además, te transmite calma ya que en él viven poco más de 30 habitantes.
Becerril
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Esta pedanía de Riaza te transporta al color más oscuro de toda la paleta. Aunque esto no significa que sea lúgubre. Para nada.
Es uno de los espacios más curiosos que encontrarás en la ruta de los Pueblos Negros que se encuentran en la provincia de Segovia.
Aunque actualmente pertenece al municipio de Riaza, fue en otro tiempo una aldea independiente en la que los pilares del turismo son la antigua plaza, y el pilón, que te trasladarán a la época en la que fue aldea minera.
¡Merece la pena visitarlo!
Martín Muñoz de Ayllón
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Llegamos al último color que pinta la Sierra de Ayllón: el amarillo. También forma parte de la provincia de Segovia, y te ofrece unas vistas espectaculares de las zonas naturales que le rodean.
Es un espacio tranquilo, en el que su población no alcanza los 20 habitantes, aumentando ligeramente en la temporada de verano.
El color que reina en sus fachadas es el amarillo, aunque las casas más modernas de su entramado, se han dejado seducir por el negro y el rojo. En cualquier caso, la estampa predominante es la del color amarillo.
En su interior te recomendamos que visites la antigua iglesia en honor al patrón de esta comarca, San Martín de Tours.
Alquité
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Otra de las representaciones de los casi desaparecidos pueblos amarillos es el que encontramos en Alquité.
En este caso, la cuarcita que se utilizó para construir las casas que forman su casco urbano ha hecho que adquiera esta panorámica tan característica en la que se combina con el verde del robledal que rodea el pueblo.
En el interior, serán la iglesia de San Pedro que es, por cierto, una de las más antiguas de toda la provincia de Segovia, y el cementerio, los puntos de mayor atractivo.
Como ves, son espacios llenos de encanto en los que los colores hacen de ellos, un atractivo ideal para disfrutar de las vistas.
