¿Quién no siente curiosidad por esos rincones de nuestro país que todavía están por explorar, y a los que no es muy sencillo llegar?
Lo prohibido, y lo misterioso siempre nos cautiva, y hoy hemos puesto nuestra vista en uno de esos lugares reservados únicamente para curiosos y que, a pesar de la sorprendente cercanía con la Península, parecen auténticamente desiertos y casi vírgenes.
Si ya te hemos enganchado con estas líneas, y tú también quieres acompañarnos en nuestra nueva ruta, presta atención porque nos vamos a las Islas Columbretes, así que, toma buena nota de lo que te contamos a continuación para conocerlas mucho más a fondo.
¡Nos vamos de viaje!
¿Qué son y dónde están?
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Las Columbretes son un total de 4 conjuntos de islas, todas ellas de origen volcánico y situadas a menos de 60 kilómetros de Castellón, por lo que visitarlas es muy sencillo, y desde cualquier punto de su costa no te va a llevar mucho tiempo llegar a ellas.
Estos conjuntos son los que forman la Reserva Natural de las Islas Columbretes, un espacio muy poco explorado que está empezando a cobrar cierta importancia por el valor que se le da en la actualidad a los parajes vírgenes y únicos.
Es tan único, que de todas estas islas en las que se estructura, solo puede visitarse una de ellas: Illa Grossa, que es la única en la que hay vida humana.
¿De dónde viene su nombre?
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Desde que fueron descubiertas por navegantes griegos, se les comenzó a denominar con el término Colubraria que nos recuerda a la palabra culebra.
Y es efectivamente este el motivo de su nombre actual. Cuando el primero de los navegantes puso un pie en esta isla, se dio cuenta de la gran cantidad de serpientes que la habitaban, siendo sus únicas pobladoras. Tras considerarlo un problema, la isla fue incendiada aposta para eliminar cualquier resto de estos animales.
¿Qué puedo ver si la visito?
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Naturaleza en estado puro. Lo primero que hay que destacar es que solo pueden visitarla 78 personas al día, por lo que si tú también quieres conocerla, debes darte prisa. Esto se hace precisamente para la conservación de este terreno.
Desde cualquier punto de su litoral salen embarcaciones turísticas que recorren los 56 kilómetros que la separan de Castellón, y que te harán llegar a un mundo de naturaleza.
Según llegues, podrás apreciar su forma de media luna, y en el puerto de Tofiño es donde comienza tu andadura por Illa Grossa. Lo primero que hay que hacer, es subir 67 metros de escalinata que te llevarán hacia el faro, que fue inaugurado en la segunda mitad de 1800, desde donde las vistas son espectaculares.
De ahí, todo lo demás es observar la riquísima fauna, y la flora, pudiéndote encontrar por supuesto, con especies que están en peligro de extinción. Entre los animales que se encuentran en protección, destacamos el cormorán moñudo, o el halcón de Eleonor.
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Por supuesto, el mundo marino que rodea esta isla es uno de los más impresionantes que hayas visto, por lo que es común que los visitantes aprovechen para disfrutar haciendo esnórquel o submarinismo para una perfecta muestra de lo que hay en sus más de 5.500 hectáreas que forman esta Reserva Marina.
Como ves, visitar estas islas es una auténtica experiencia, especialmente si te gusta la naturaleza, donde vas a poder pasarlo en grande y conocer una de las zonas más bonitas de nuestro país.
