España tiene mucho que ver en su superficie, y eso es algo que intentamos mostraros cada día, para descubrir la magia que tiene nuestro país pero, ¿qué pasa cuando lo espectacular no se ve a simple vista?
Bajo las aguas de algunas poblaciones se encuentran, dicen, más de 500 pueblos sumergidos que, bien por la creación de pantanos, bien por el desgaste de su patrimonio, han quedado bajo tierra, y a menos que sepas que están ahí, pasarían desapercibidos.
Hoy te presentamos una de las rutas más curiosas que puedes hacer. Espacios que en otra época tuvieron mucha actividad pero que a día de hoy, han visto su vida apagarse.
Vamos a hacer una ruta por la historia sumergida de los siguientes pueblos, en los que la cámara de fotos captará las ruinas de lugares con mucha magia, y también, un halo misterioso que les hace mucho más llamativos.
¡Empezamos!
Sant Romà de Sau
Es uno de los más famosos de estos espacios que han quedado hundidos. Se localiza en la comarca de Osona, y más especialmente en el valle de Sau.
La verdad es que su panorámica es llamativa cuanto menos.
La historia de su destrucción comienza en 1962, cuando se decidió crear un embalse que con la fuerza del agua y las crecidas, terminó por arrasar cada rincón del pueblo, del que sus habitantes tuvieron que huir.
Actualmente, cuando el embalse está lleno de agua, sólo se ve la torre del campanario, que en época de sequía se descubre completa, en mitad de un secarral en el que parece imposible imaginar que hubiera vida.
Mansilla
Nos desplazamos ahora hasta La Rioja, donde nos encontramos con otra de las estampas desoladoras que te enseñamos hoy.
Las obras del pantano comenzaron sin llegar a su fin por la paralización de las mismas, ya que pilló en medio de la Guerra Civil.
Se preveía construir un pueblo cercano que permitiera a sus habitantes desplazarse hasta el mismo y continuar su vida en un espacio más seguro, alejado del embalse pero esto no llegó a ocurrir nunca.
La crecida del agua, y la construcción a medias de este proyecto hicieron que el pueblo en el que todavía vivían sus habitantes quedara anegado, inundando cultivos y en definitiva, su motor económico. En este desastre quedaron derruidos casi todos los puentes que salvaban el río, dejando únicamente dos en pie. Los que se pueden ver hoy.
Mediano
El actual Embalse de Mediano es el responsable de que hoy incluyamos este pueblo entre los que se encuentran hundidos.
Fue una de las construcciones faraónicas de la época, de ello, en la actualidad es uno de los más grandes de toda la comodidad de Aragón.
Se localiza en Huesca, y quedó impracticable en 1974, cuando se inundó, aunque como pasaba en el primero de nuestra lista, todavía se puede ver la parte superior de la iglesia.
De hecho, ha sido uno de los puntos de referencia para los submarinistas, llegando incluso a organizarse excursiones turísticas bajo el agua para conocer un templo bajo el agua en un mar de agua dulce.
Portomarín
Galicia también sabe de pueblos hundidos, de patrimonio perdido, y de historia sumergida bajo sus embalses.
Y es que nos topamos ahora con un pueblo en Lugo que, en 1962 comenzó a apagarse al mismo tiempo que comenzaban las obras del embalse de Belesar.
¿Su solución? Trasladar el pueblo a Monte do Cristo, donde se empezaron a construir de nuevo todos los edificios que se habían conocido en Portomarín. Los habitantes más nostálgicos pueden, cuando desciende el nivel del agua, ver lo que queda del originario pueblo que les vio crecer.
¿Te ha gustado esta ruta por los pueblos sumergidos? Pues no dejes pasar la oportunidad de conocerlos y disfrutar de su panorámica. Toda una experiencia.