Si hay algo en lo que estemos de acuerdo casi todos, por no decir todos, es que la gastronomía española es uno de nuestros principales reclamos turísticos. Trotamundos de los rincones más lejanos viajan a lo largo y ancho de nuestra geografía para deleitarse con sabores desconocidos para ellos, ¡y resulta que nosotros tenemos la suerte de vivir aquí!
En esto de las rutas gastronómicas, uno de los productos de los que más podemos presumir es de nuestros quesos: recetas tradicionales elaboradas con leche de vaca u oveja, variantes frescas o cremosas, más suaves o más fuertes…la variedad es prácticamente infinita.
Seas de donde seas, te garantizamos que tienes muy cerca de ti un tipo de queso que conquistará a los paladares más exquisitos.
Para demostrártelo, te traemos estas rutas del queso donde descubrirás un sabor único que tardarás tiempo en olvidar.
La tradición de Castilla-La Mancha
Nuestra primera parada no podía ser en otro sitio que no fuera La Mancha, la cuna del queso por excelencia. Y es que, en los paisajes manchegos se cultivan afamados quesos de reconocimiento mundial.
Tan importante es esta industria en la región, que los quesos se denominan como los vinos: crianza, reserva, gran reserva…pero el protagonista indiscutible, el que todos conocen, es el queso curado.
Aunque en cualquier provincia manchega encontraréis quesos de calidad, las más recomendadas para disfrutar de este manjar son Ciudad Real y Albacete.
Una tapita de queso, un buen vino, y los míticos molinos de viento de fondo, ¿se puede pedir más?
El carácter de Castilla y León
Y de una Castilla a otra para visitar esta vez la de León. El constaste de paisajes de la comunidad, donde se mezcla la sencillez con la sofisticación, hace posible que se cultiven quesos de lo más variados.
En Burgos, encontraréis el característico queso que recibe su nombre; en Zamora, quesos producidos con especies autóctonas, como la churra y la castellana; y en León, el queso azul, elaborado con leche de vaca o de cabra.
En esta ocasión es difícil quedarnos con una sola provincia, pues la calidad de los quesos castellano leoneses ha sido premiada en los World Cheese Awards, el concurso internacional de quesos más importante a nivel mundial, donde participan unos 2.000 quesos de 19 países.
La delicadeza de Extremadura
Viajamos hasta la comunidad extremeña para conocer uno de los quesos más peculiares: la Torta del Casar, elaborada con leche cruda de oveja. Una ruta conociendo los lugares donde se produce este queso os llevará a recorrer pueblos como los Llanos de Cáceres o Montánchez.
Pero el queso extremeño no se reduce solo a este, sino que entre sus diversidades puedes disfrutar también del queso de La Serena, procedente de la leche de las ovejas merinas que pastan en Badajoz. Y ya que estás en Badajoz, ¿qué mejor excusa que el queso para visitar la hermosa ciudad de Mérida? Seguro que te sorprende.
Si queréis combinar la gastronomía y la cultura con la fiesta, no te puedes perder la Fiesta Nacional del Queso de Trujillo, un evento anual donde acuden queseros de todo el mundo.
El aroma de Andalucía
Las condiciones geográficas y climáticas de Andalucía hacen posible que, desde el norte hasta el sur, sea posible fabricar quesos artesanales. Pero si hay una provincia que destaca sobre el resto en este tema, es la de Cádiz.
Y es que, en la Sierra de Grazalema se crían especies autóctonas de las que salen los quesos andaluces más característicos: la cabra payoya y la oveja merina.
Entre los pueblos donde poder disfrutar de los quesos de Grazalema destaca Villaluenga, sede de la Feria de Queso Artesanal; El Bosque, donde podréis visitar un Museo del Queso; o Arcos de la Frontera, en el que os recomendamos acompañar la degustación con un paseo por sus calles estrechas y empinadas.
La personalidad del País Vasco
Y del sur nos vamos al norte, para terminar nuestra ruta en el País Vasco, donde se elabora uno de los quesos más codiciados de todos: el de Idiazábal. Y no decimos que sea de los más codiciados porque a nosotros nos encante, que también, sino porque se encuentra en la lista del patrimonio gastronómico europeo.
Para los que no lo hayáis probado todavía, os contamos que se trata de un queso graso elaborado en su totalidad con la leche de oveja de dos razas concretas, la latxa y la carranzana.
Una ruta por los lugares donde se elabora os llevará a recorrer los paisajes y los pueblos más característicos del País Vasco y de Navarra, como las Sierras de Urbasa, Urbia o Gorbea.
Recorrer la geografía española guiado por uno de sus productos gastronómicos más característicos es una idea cuanto menos apetitosa. ¡A nosotros ya se nos hace la boca agua!