¡Vaya, vaya! Aquí no hay playa… Decían los Refrescos en aquella mítica canción del año 1989, un tema que se ha convertido en himno de las ventajas e inconvenientes que tiene vivir en Madrid.
Claro que se equivocaban. Al menos en parte. Si bien los habitantes de la capital no pueden disfrutar de un líquido salado más allá de un tequila o de una sopa caliente, existen alternativas para refrescarse durante el verano.
Nos referimos por supuesto al pantano de San Juan, ya bautizado como playa de Madrid. Un lugar predilecto para los madrileños, quienes escapan del calor de la capital durante los meses de verano.
El embalse se encuentra en plena Sierra Oeste de Madrid, en una zona protegida por su alto valor natural. Ofrece más de 10 kilómetros de playas que se extienden por los términos municipales de Pelayos de la Presa, Cebreros, El Tiemblo y San Martín de Valdeiglesias.
El desarrollo de toda esta zona ha sido exponencial a lo largo de los años gracias al sector turístico y al urbanístico. En pocos años, ha visto aumentar los conjuntos residenciales en el margen derecho del pantano, habitados tanto por turistas temporales como por residentes durante todo el año.
Sus aguas llegan directamente del río Alberche, afluente por la derecha del Tajo. También se nutre, en menor medida, del Cofio. Entre sus usos, aunque destacan las actividades recreativas, se pueden contar también la generación de energía eléctrica y el abastecimiento de agua a parte de la región madrileña.
¿Puedo hacer alguna actividad?
Además de disfrutar de los pertinentes chapuzones y de las zonas donde tomar el sol, el pantano ofrece un amplio abanico de posibilidades para disfrutar de un día de ocio lejos de las preocupaciones y de la aglomeración de la ciudad.
Es el único espacio de la Comunidad de Madrid habilitado para navegar con vehículos a motor, lo que aumenta las opciones para la práctica de actividades acuáticas como wakesurf, ski acuático o paseos en barco.
Los más aventureros podrán además descubrir en la zona lugares donde realizar otros deportes fuera del agua, como senderismo, escalada, rutas a caballo, rutas en bicicleta, tirolinas, etc.
Cuando los visitantes hayan soltado toda la adrenalina, llega el momento de descansar a la sombra de un buen chiringuito o merendero. Y es que en los alrededores del pantano de San Juan son muchas las zonas recreativas con restaurantes que ofrecen los productos más tradicionales de la tierra.
Por citar solo algunas de las zonas más concurridas, caben destacar el Cerro de San Esteban, la Lancha del Yelmo, el municipio de Pelayos de la Presa y el de San Martín de Valdeiglesias.
Ya no hay excusas. Tanto si eres madrileño de nacimiento como si lo eres de adopción, no necesitas esperar a que llegue agosto para darte un buen chapuzón en plena naturaleza. ¡Aquí sí hay playa!