Ya hace casi un siglo la Guerra Civil Española, un conflicto que enfrentó a vecinos e incluso familias de este país. Los horrores de la guerra son algo que no debe ser olvidado.
Por eso desde aquí, hacemos esta propuesta de un paseo por la memoria con una serie de rutas que pueden unir la pasión por el senderismo y la curiosidad histórica acerca de este conflicto bélico y quizá así tomar consciencia y traducir a escala humana lo que tantas veces hemos leído en los libros de texto.
Fayón
Fayón es un curioso caso de esto puesto que no sólo nos permite recorrer los trazados más o menos abandonados de las posiciones tomadas en el conflicto, sino que además podremos observar alguna reconstrucción histórica dramatizada, además de visitar, ya en el propio pueblo, un magnífico museo de la Batalla del Ebro, la que fuera una de las campañas más importantes de la contienda.
Madrid
En la lucha por el control de los embalses de El Villar y el de Puente Viejas, que significaban el abastecimiento y control de la capital de España, la batalla de Somosierra convirtió la serranía madrileña en uno de los centros neurálgicos determinantes en el conflicto, dejando tras de sí una maraña de restos entre los que podemos encontrar un túnel ferroviario transitable.
Peña Ubina
Peña Ubina, en la montaña asturiana nos ofrece un ejemplo perfecto del planteamiento estratégico militar, en que una posición elevada otorga ventaja. Así alrededor de una cima más o menos transitable encontramos un circuito de trincheras y nidos de ametralladora que cubren los 360º de acceso a la misma.
Monteferro
En la comarca de Nigrán, en la provincia de Pontevedra, podremos recorrer la senda litoral de Monteferro con varias baterías de cañones que buscaban proteger el acceso por mar. Lo curioso es que los enclaves de vigilancia también suelen proporcionarnos unos miradores panorámicos extraordinarios.
Lopera
Caminando desde Cañete de la Torre en dirección al pueblo jienense de Lopera, podemos encontrar numerosos restos de ambos bandos y en el día del aniversario de la batalla de Lopera, uno de los momentos decisivos de la campaña sur, se puede pasar un día empapándose de historia con una de las mayores reconstrucciones bélicas de España, que no solo del bando nacional.
A pesar de que se reproduzca un enfrentamiento armado, la jornada acaba con una serie de festejos populares de congratulación y concordia.
Santander
El llamado cinturón de Santander es otro de los casos de línea de protección marítima que merece la pena visitar, pero con la sutil diferencia de que a pesar de tener nidos de ametralladora y baterías, jamás fueron armadas con artillería, así pues en este caso no encontraremos cañones en sector de Cabo Mayor.
Sierra de Huétor
Nunca deja de sorprendernos que, en lugares tan bellos, pasasen cosas tan horribles, el Parque Natural de la Sierra de Huétor alberga también entre sus bosques y cimas, una poblada red de zanjas, túneles y refugios que tenían como función la defensa de la ciudad de Granada.
En una ruta circular alrededor de Víznar con 20 kilómetros de recorrido en los que podremos tener las mejores panorámicas de la zona, porque los puestos de francotirador resultan ser perfectos para la fotografía.
Belchite
A 50 kilómetros desde Zaragoza, se localiza Belchite, una población abandonada donde se puede experimentar la extraña sensación poética del profundo daño de la guerra sobre la población al pasear por sus calles vacías de gente y repletas de ruinas.
