Si tienes pensado hacer un viaje a Toledo, ya te adelantamos que la elección es muy buena y es que, es uno de los lugares que hay que visitar al menos, una vez en la vida, donde podrás disfrutar de historia, cultura y gastronomía que le dan su seña de identidad.
Toledo está además muy cerca de la capital, siendo por tanto, destino perfecto para pasar un fin de semana en el que te empaparás de una mezcla de las culturas árabe, cristiana y judía que dan como resultado una de las ciudades más bonitas de España.
Si quieres saber qué ver en Toledo, no te pierdas los puntos imprescindibles que te vamos a enseñar ahora, y que no pueden faltar en tu visita a la ciudad. ¿Preparado?
La Judería
El barrio judío de Toledo es un lugar en el que hay tanto por descubrir que no sabrás hacia dónde mirar. Es sin duda, una de las paradas obligatorias que tienes que hacer si viajas hasta aquí, y te contamos los motivos.
Sólo con dar un paseo por sus calles, sabrás por sus baldosas y sus, todavía hoy, presentes símbolos que hay en las paredes, que has llegado a la Judería. En todo su entramado vas a encontrar dos sinagogas muy importantes en nuestro país (son tres en total). Una de ellas es la Sinagoga del Tránsito, y la otra, la Sinagoga de Santa María la Blanca, a las que te recomendamos que pases.
Además, en este lugar se encuentra también el Museo del Greco, una visita cultural en la que descubrir las numerosas obras de este pintor que hay expuestas.
El Alcázar de Toledo
Es sin duda una de las estampas más reconocibles de Toledo, y es que se ve incluso sin que hayas llegado al destino ya que está en la parte más alta.
Se trata de una fortaleza desde la que las vistas de la ciudad son impresionantes, recogiendo toda su extensión. Si quieres hacer una foto perfecta de Toledo, éste es sin duda el lugar. Además, en el interior no sólo puedes admirar esta construcción militar, también podrás hacer una visita cultural.
En el interior se encuentra el Museo del Ejército, y además podrás viajar al pasado gracias al yacimiento arqueológico que acoge.
Eso sí, os recomendamos comprar con antelación las entradas al Alcázar.
Los puentes de Alcántara y San Martín
Quizás el más famoso sea el puente de Alcántara, que salva el río Tajo y desde el que las vistas de la ciudad también son muy bonitas. Disfrutar de un paseo por este puente, te llevará también a conocer la Puerta de Alcántara, que era la puerta que daba acceso a la ciudad.
Al fondo podrás observar lo que fue el Castillo de San Servando, que en la actualidad se ha reacondicionado como alojamiento turístico.
El otro, el Puente de San Martín, cabalga sobre el Tajo pero, además de las bonitas vistas, nos aporta algunas sensaciones algo más fuertes. Te contamos: en este puente se encuentra una tirolina que es perfecta si viajas con niños o si tú mismo quieres descargar adrenalina. Es la tirolina urbana más larga de Europa.
La Catedral Primada de Toledo
Esta Catedral es uno de los emblemas de la ciudad, una imponente construcción religiosa que tardó algo más de dos siglos en construirse y que te recomendamos que visites. Por fuera, la belleza de la portada es impresionante, y por dentro, te esperan un montón de elementos culturales con piezas del Greco y de Goya entre otros artistas.
No estás en cualquier lado, y es que la Catedral, junto con el Casco Histórico ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad.
Podrás acceder a su interior y hacer una visita guiada, aunque si quieres ir por tu cuenta, el paseo de noche junto a la Catedral es una de las estampas más románticas que nos regala la ciudad de Toledo. Un punto de culto religioso que sin duda, tienes que anotar en tu lista de los imprescindibles.
Miradores de Toledo
Tener un buen ángulo de la ciudad depende siempre del lugar desde el que la mires, y en Toledo, hay muchos espacios que te proporcionan una vista inigualable.
Son varios los miradores con los que cuenta la ciudad que, junto al río Tajo, nos ofrecen diferentes perspectivas. Entre los más famosos destacamos el del Cerro de la Virgen de Gracia, el del Corralillo de San Miguel o el de la Puerta del Sol.
Queremos hacer mención especial al Mirador del Valle, al que te animamos a subir para disfrutar de la ciudad desde las alturas, y en especial durante un amanecer o un atardecer, cuando la luz deja un ambiente muy romántico. Y ya que estás allí, si te ves con ganas, sube hasta la Piedra del Rey Moro, desde la que las vistas son todavía más bonitas.