Se ha estimado que, a día de hoy, el ser humano solamente ha explorado un 5% de los mares y océanos del globo, mientras que el fondo marino es algo casi totalmente desconocido para nosotros.
Es por eso que nos resulta un entorno de lo más fascinante, y muchos sentimos cómo el mar tiene algo que nos llama. Algo así como en la película de Moana.
Además, el mar es un ecosistema que debemos proteger, ante el aumento del calentamiento global que puede provocar descompensaciones en los mismos. El aumento del nivel de las aguas, y el derretimiento de los polos hacen más importante que nunca la labor de aquellos que quieren salvar las especies que habitan estas zonas.
Para ello existen los acuarios, que, igual que zoológicos y bioparques, tienen en su mano las claves para conservar y reinsertar algunas especies en su medio natural. Es una labor muy loable, y en estos centros los niños pueden aprender mucho sobre la vida marina y recibir un poco de educación medioambiental de manera divertida.
Hoy vamos a hacerte un recorrido por los mejores acuarios de España, por si algún día pasas por alguna de estas ciudades y te interesa aprender sobre los curiosos animales del océano.
1. Oceanogràfic de Valencia
En lo alto de nuestro ranking se encuentra el Oceanográfico de Valencia, situado en uno de los edificios de la Ciudad de las Artes y las Ciencias.
Es el acuario más grande de toda Europa, y al estar donde está, cuenta con unas instalaciones de aspecto moderno y de lo más innovador. El interior del Oceanográfico consta de unos 110.000 metros cuadrados, y en total contiene unos 42 millones de litros de agua.
La mayor parte de esta agua procede de la playa de la Malvarrosa, que cuenta con una certificación de calidad que asegura la salud de los peces y animales del acuario.
Dentro de las instalaciones habitan más de 45.000 animales de unas 500 especies distintas, todos provenientes de distintos entornos que han procurado recrearse con la mayor precisión posible.
Algunos de los animales favoritos de los visitantes son: delfines, tiburones, tortugas, y leones marinos. Aunque no solo hay ejemplares de agua. También hacen vida aquí otros animales como reptiles y aves que viven en el parque de la Albufera, no demasiado alejado del emplazamiento del Oceanográfico.
2. Aquarium de San Sebastián
También conocido como el Palacio del Mar de San Sebastián, es el segundo museo más visitado en Euskadi por detrás del Guggenheim. Y es que efectivamente, no es solo un acuario, sino también un museo de ciencias naturales dedicado al estudio del mar, por lo que se divide en varias áreas.
La joya de la corona del museo es el esqueleto de una gran ballena expuesto en uno de sus pabellones, que permite comprobar la magnificencia de estos enormes cetáceos.
En el área del acuario habitan numerosas especies, como tiburones toro, peces vaca y camarones boxeadores.
El acuario se ha usado en más de una ocasión como escenario para eventos y conciertos en los que la música ha acompañado al aleteo de los peces haciéndolo un espectáculo de lo más especial.
En una de las plantas también hay un bonito acuario con medusas luminiscentes y una sala de incubación donde se cuidan de los huevos de las tortugas, así como de los propios ejemplares adultos cuando son rescatados.
3. Acuario Finisterrae
Apodado como La Casa de los Peces por los propios coruñeses, este Aquarium se encuentra cerca del famoso ‘fin del mundo’ español.
El objetivo del centro es la divulgación científica y la conservación de las especies del litoral gallego en especial, pero también se amplía a otro tipo de ecosistemas marinos.
Su diseño es de lo más original, ya que consta de varias piscinas naturales que conectan con las aguas del Océano Atlántico, convirtiéndose en un espacio de lo más natural para los peces que habitan allí.
En total consta de unas seis salas dedicadas a diferentes ámbitos, en las que se hacen también exposiciones, como fotografías de naturaleza, experiencias interactivas, o espectáculos de exterior con algunos de los animales.
En la sala Nautilus hay un túnel en el que podréis conocer a algunas de las celebridades locales, como el tiburón Gastón, considerado todo un personaje por aquellos lares. También hay otros ejemplares como focas, caballitos de mar y morenas.
4. Acuario de Lanzarote
Nos movemos hasta las islas Canarias, donde se encuentra el Acuario Lanzarote Costa Teguise, junto a las aguas del océano.
Este es el Aquarium más grande de las islas, contando con un total de 33 peceras que albergan especies autóctonas y protegidas. Esto lo convierte en un museo con entornos variados para los distintos tipos de animales, con un recorrido que no se hace para nada pesado.
Cuenta con algunas actividades didácticas que pretenden concienciar especialmente acerca de los materiales contaminantes y sus efectos para los océanos. Consiste en pasar a través de un tanque con túnel en el que se recrea el entorno contaminado.
También hay uno de esos famosos túneles con tiburones y otras especies en el que os sentiréis completamente sumergidos en el hogar de estos animales.
Los más pequeños podrán disfrutar de una zona de contacto donde podrán conocer mejor algunas especies como los erizos o los pepinos de mar.
5. Acuario Fluvial de Zaragoza
Este acuario tiene de especial el hecho de estar dedicado casi exclusivamente a las especies que habitan en los ríos. Y, de hecho, es el único de esta lista que se encuentra en una ciudad que no está en contacto directo con el mar o el océano.
En su interior viven unas 350 especies distintas de peces y animales de río, contando con un total de 2 millones de litros de agua. Unos 8.500 ejemplares habitan tranquilamente en las aguas del Acuario de Zaragoza.
En su interior se han recreado ecosistemas pertenecientes a cinco cuencas fluviales de distintas partes del mundo: el Nilo, el Amazonas, el Mekong, el Murray-Darling y el Ebro.
El tanque principal en el que habita el mayor número de peces se considera el tanque de agua dulce más grande del mundo.
Algunos de los especímenes que lo habitan son los varanos del Nilo, tortugas mordedoras, peces globo o peces gato.