Apartamentos Las Rozas de Cabuérniga

En la parte más alta de Lamiña, en Cantabria, encontramos esta increíble casa, con aire rústico y unas magníficas vistas sobre el valle de Cabuérniga, que pone sus 4 apartamentos a disposición de los huéspedes que necesiten un retiro en plena naturaleza y cercano a núcleos rurales de interés, para visitar y disfrutar.

En total se dispone de espacio para 18 personas como máximo en toda la casa. Los apartamentos están preparados para acoger a 4 personas cada uno, aunque uno de ellos dispone además de un sofá cama de 2 plazas, de manera que aumenta el número máximo a 6 ocupantes.

De los 2 dormitorios disponibles en cada casa, uno de ellos es de matrimonio y el otro tiene 2 camas individuales. Se dispone de ropa de cama, que se cambiará cada semana en estancias superiores a 7 días. Existe espacio de almacenamiento para la ropa y otros enseres personales de los residentes. La decoración es sencilla, pero se ha buscado armonía en los colores a la hora de combinar mobiliario y textiles.

Al entrar a los apartamentos, la primera estancia es el salón, con cómodos sofás para descansar y una chimenea de leña, con horno, para complementar la calefacción (solo en invierno); hay además una colección de juegos y televisión, para procurar entretenimiento durante los días que los huéspedes prefieran permanecer en interior, y que se complementan con el servicio de internet por wifi, de manera que permanecer en la casa no implica desconectar completamente si no se desea. El mobiliario es de madera, y en tonos pardos y verdes que recuerdan al bosque.

La cocina, separada de la zona del salón por la mesa de comedor y las sillas, tiene de todo para que el huésped prepare sus comidas caseras y no eche en falta el sabor de su propia casa. Además del menaje necesario, mantelería y cubertería, dispone de una lavadora, para poder mantener la ropa limpia durante largas estancias, así como una plancha.

El cuarto de baño, sencillo pero completo, tiene una bañera y ventana al exterior, lo que asegura una correcta ventilación y buena iluminación. Está equipado además con productos de aseo básico y toallas. El huésped verá que necesita poco para convertir este apartamento en un hogar temporal.

Los apartamentos se alquilan de manera independiente, pero se puede consultar la disponibilidad de la casa completa para grupos más grandes.

Hay una amplia zona de aparcamiento delante de la casa, para que los huéspedes puedan ir y venir cómodamente, manteniendo sus vehículos cerca y en un lugar visible. Rodea la edificación un amplio jardín de 200 metros cuadrados, cubierto por verde hierba, con una terraza y muebles de jardín, para pasar tiempo al aire libre leyendo, jugando o simplemente disfrutando de las vistas del valle.

La zona donde se emplaza la casa le da el privilegio de estar cerca de múltiples enclaves naturales de interés.

La Reserva Nacional de Saja, la mayor de España, que ocupa casi la mitad de Cantabria, es hábitat de numerosas especias autóctonas y en peligro de extinción, y está surcada por numerosos ríos; es en verdad una visión maravillosa.

También el Parque de Cabárceno es una visita obligada al estar por la zona, y el amante de la naturaleza se verá recompensado al admirar sus paisajes y su fauna. Si lo que se desea es ver animales, el zoo de Santillana del Mar también alberga numerosas especias y lleva a cabo programas de conservación de especies en peligro. El Parque Nacional de los Picos de Europa, también muy cerca, es dueño de muchas panorámicas espectaculares.

Entre las formaciones naturales, cabe destacar la Cueva del Soplao, a 19 kilómetros, con estalactitas de una cantidad y calidad asombrosas, de interés geológico a nivel mundial.

La Cueva de Altamira queda a 21 kilómetros, y se trata de uno de los restos arqueológicos más importantes en España, hasta el punto de existir numerosas réplicas por todo el país para su visita.

De entre las ciudades que se recomienda visitar, además de Santillana del Mar, incluimos Comillas, con su Capricho de Gaudí, San Vicente de la Barquera y Santander, además de los múltiples núcleos rurales de la zona del valle de Cabuérniga, visibles desde la casa.