Apartamento Sevil

En el interior de la comarca de Huesca, concretamente en la ladera de la montaña de Almazorre se encuentra esta tradicional casa aragonesa.

Gracias a su rehabilitación hemos podido transformar y adaptar su estructura a las necesidades de las viviendas actuales sin perder el encanto de las casas de campo de la comarca.  

El resultado es un alojamiento vacacional en el que se ha querido plasmar las labores agrícolas y ganaderas llevadas a cabo por la mayoría de los habitantes de Almazorre y el resto de pueblos de los alrededores.  

A pesar de los siglos que han pasado desde su construcción, la piedra y la madera han sido materiales que por su calidad se han podido conservar en el proceso de rehabilitación.  

Decidimos escoger un estilo rústico tanto en la decoración como en el mobiliario, para que de alguna manera lograran integrarse con el entorno.  Así podréis ver aperos de labranza expuestos en diferentes rincones, que junto al resto de elementos hoy son utilizados de forma decorativa. 

Las estancias transmiten un aire cálido y confortable, y su interior puede albergar hasta 4 personas.

• Suelos de azulejo y techos inclinados y con vigas de madera caracterizan todas las habitaciones.
• La cocina es un espacio amplio y muy bien aprovechado que cuenta con mesa de comedor y un sofá desde donde ver la televisión. 
• El cuarto de baño es compartido por los 2 dormitorios, uno de ellos con cama de matrimonio y el otro con dos camas independientes. Ambos con paredes en piedra que favorecen un clima de lo más acogedor. 

El lugar más especial posiblemente es la terraza, un espacio al aire libre, revestido en piedra y equipado con barbacoa que hará las delicias de toda la familia. Dispone de una gran sombrilla y mobiliario de jardín para disfrutar de las vistas y del almuerzo.

Un paseo por Almazorre les permitirá descubrir la singular disposición del pueblo, pues todas sus casas se apilan en la ladera de la montaña. En el camino encontrarán infinidad de olivos, muy característicos de la zona, y ya en la parte más elevada la Iglesia. Desde aquí podrán contemplar unas vistas magnificas del conjunto de la Sierra de los Cañones del Guara.

La sierra esconde lugares insólitos en los que perderse. Los desfiladeros o la presa, por ejemplo, que se ha convertido en el sitio de baño interior por excelencia. Su salto de agua y sus zonas de descanso en los alrededores permiten pasar una entretenida jornada.

La ruta por el Cañon del Río Vero les hará conocer otro de lugares más bellos que guarda la comarca. Aquí descansa la Villa de Alquézar, cuyo castillo se alza sobre la parte más alta del cerro.